martes, 16 de febrero de 2010

mi paradojica paranoia

Bueno a que va esto, no soy nadie para que tú lo leas... sí pasaron tres puntos y sigues ahí, bueno pienso que es mucho, intenta parpadear mientras miras mi reloj por suerte que no uso uno, la hora no parece problema, el problema es tú desparche, tú ocio; el mio no parece problema creo en el ocio como un combustible para mi alma, para mi viaje, ese mismo que no ha comenzado, será despues de morder una fresa o simplemente es dar 3 pasos y caminar mascando chicle. Sinceramente no sé la respuesta y no creo que nos interese, me alejo de la pantalla pero tu sigues ahi, es increible el nivel de desinteres que puedo generar, pero sabes que ya hasta me caes bien puede que en este instante te extrañe más que a mi mismo... pero sabes te digo algo, el único tren en que monto se convierte en un buen escalador de aires, de nubes o de gritos, pero mi problema es tan grave que solo al verte es que corro para manipular tus senos y decirte que te desprecio con todo mi amor... cada vez es peor mi paradojica paranoia de que tu me sigues pero abro mis pulmones y sales danzando como ninguna otra tan sensual, me exitas, sabes qué. deberias parar, me haces desconcentrar de mi viaje... el romanticismo huye de mi cuerpo, el deseo y la pasión se mimetizan dentro tantos árboles amarillos de esta ciudad. pero lo único que continua en mi es ese maldito, si maldito!!! por cierto es lo que más amo de mi en este instante, si ya sabes de que diablos hablo, el insomnio ese que me hace persona, que me moldea como el animal que temes, si la pesadilla de un sueño muy rosa, es decir empiezo a pintar todo con fluidos... pero amor sabes algo no me temas... yo no muerdo Todavía... bueno en fin parece que me apago, si el insomnio también tiene caducidad! igual te amaré hasta el final que todos los días parece un multitud invisible escuchando mi monologo... después de ver tanta foto, despues de escuchar mi droga y de antojarme de mirar hacia adentro me dejo, te dejo... una recomendación con un grito no arreglaras nada... por fin la bateria acompaña el saxofón pareciere que mi mente regresa a su estado normal. dejame ser. igual que ayer, pero no ese ayer me tocará estirar mis ojos para responderte.

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